jueves, 22 de octubre de 2009

Otro 21 de octubre

Bueno, pues ya ha ocurrido de nuevo. He añadido uno más a la cuenta. No me siento diferente de hace dos días, sin embargo el calendario dice que soy objetivamente mayor. Es curiosa esa divergencia entre los datos objetivos y los subjetivos que se da cuándo cumples años. No importa lo que te diga el cuerpo: eres mayor y punto...
Aunque no me gusta en absoluto utilizar fechas destacadas para hacer examen de conciencia (yo soy más de evaluación continua :)), lo cierto es que llevo una temporada con situaciones que me desbordan (para qué nos vamos a engañar), y a veces me sienta bien parar, planificar y recapitular.
Mirando hacia atrás, estoy razonablemente satisfecha de la evolución de mis cosas estos últimos meses. Algunas de las más importantes las he encauzado (creo) con eficacia, y las otras... bueno, estamos en ello. No hay que pedirle peras al olmo, y, de momento, no estoy echando frutos.

Mirando hacia adelante, varios proyectos me esperan. Este año toca dedicarse a fondo a mi hijo mayor, sin dejar por ello de estar muy encima de mi princesa y no descuidar al de en medio que, al final, es el que acaba recibiendo sólo por ser el que menos problemas tiene. En ese sentido, quiero buscarle un buen sitio en el que potencien su creatividad, magnífica y desbordante. Ese niño tiene un talento inmenso, y sería imperdonable por mi parte no darle cancha para que lo desarrolle.

Me planteé volver a la Universidad, pero una serie de obstáculos burocráticos atrasarán el proyecto al  menos un año. No lo descarto; lo dejo en standby por ahora.

Tengo que dedicarme un poco de tiempo a mí, así que he decidido planificar una dieta equilibrada (qué mal como ahora!), algunas sesiones de Body Pump para tonificar, y masajes periódicos con el fisioterapeuta para que me vigile la espalda: allí es dónde envío todas las tensiones, y se acaba resintiendo.

Otra cosa que me preocupa es el montón de gastos extras, inevitables, que se nos vienen encima. Necesito sacar dinero de debajo de las piedras para poder garantizar que mi princesa tenga la atención que merece y necesita. Eso ha hecho que nos embarquemos en un proceso legal para exigir responsabilidades a los que debieron proporcionarnos esa atención y sólo nos hicieron perder un año y medio de nuestro tiempo. Aún está el tema en sus inicios, pero vamos a ir a por todas, y que Dios nos pille confesados.

Tengo la cabeza en plena efervescencia con muchas otras historias, más personales si cabe y, por lo tanto, mucho más "desgastadoras". Tendría que hacer un poco de higiene mental y volver a organizar mi mundo, algo convulso ultimamente. Somos esclavos de nuestras visceras, y eso no siempre es saludable.

Y eso es todo de momento. Me dejo un montón de cosas, seguro, pero habrá tiempo de pensar en ellas. Voy a intentar cambiar la tendencia y vivir de forma analógica, no digitalmente, como llevo haciendo estos últimos años....
.
.

No hay comentarios:

SUS...PIRO

Tanto aire exhalado sin sentido... intentaré hacer algo productivo con él y convertirlo en palabras.