miércoles, 6 de agosto de 2008

El descanso del guerrero

Me falta muy poquito para empezar las vacaciones. Este año más que nunca necesito estirarme en la arena y poner la mente en blanco mientras siento como el sol me va devorando todas y cada una de mis pecas (cienes y cienes de ellas) y me digo que debería ponerme protección total si quiero sobrevivir a los 50...

Pero me acojona que llegue ese momento. He pospuesto un montón de decisiones importantes para estos días, y ya no puedo seguir escondiendo la cabeza en la arena (aunque lo tenga más fácil que nunca). Debería darle un giro a mi vida pero ya... y me falta el valor.

En este Año Nuevo estival me toca hablar, decidir, gestionar y, sobretodo, reconocer que soy terriblemente imperfecta y esclava de mis errores. Además necesito la catarsis de publicitarlo y notar como el desprecio de los míos me rasga la piel (o lo que quede de ella tras los baños de sol).
No puedo seguir así... y me falta el valor para cambiar.

¿Nacemos predestinados para la infelicidad?

SUS...PIRO

Tanto aire exhalado sin sentido... intentaré hacer algo productivo con él y convertirlo en palabras.