martes, 29 de diciembre de 2009

Cultura o tortura

Mientras iba con el coche a trabajar, escuchando la radio, he oído una noticia que me ha puesto de mala leche. Resulta que cierta organización terrorista islámica ha enviado una foto de dos secuestrados italianos para demostrar que estaban con vida. Un hombre y una mujer. Y a la mujer le han borrado la cara y las manos, porque su religión les prohibe tomar fotos de las personas del sexo femenino.
Ya sé que esta es sólo una de las muchas "peculiaridades" con las que nos obsequian estos tarados habitualmente, y que existen otras muchas características de su ¿"cultura"? aún más aberrantes, pero mira, debo estar sensible hoy.

Me he puesto a pensar cuánta gente alegará que estas tradiciones forman parte de su cultura y deberán respetarse. Pues señores, lo puedo decir más alto pero no más claro: una cultura/tradición que vulnera los más elementales derechos, no es una cultura, es una tortura. Que además, no se limita a joder a los que viven en ella, sino que la extienden a cualquiera que se les acerque...

Tomemos un ejemplo: imaginemos una cultura que lobotomiza a los individuos de sexo varón cuándo llegan a la pubertad. ¿Alguien vé en ese hecho una peculiaridad a respetar y a mantener para no contaminar esa cultura? Vamos, hombre, no me jodas!

Hay veces que hay que dejarse llevar más por las visceras y menos por la racionalidad. Ellos lo hacen. Ellos son el enemigo. Y me importa una mierda si lo que digo es políticamente incorrecto o no. La mala hierba se arranca y punto. Que les den mucho por culo.
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lunes, 28 de diciembre de 2009

Recapitulemos

Bueno, hace ya tres meses que me puse una serie de objetivos, y va tocando recapitular a ver cómo los llevo. Con los propósitos vitales hay que ser exigente en su cumplimiento; pasa como con la gestión de proyectos, que o haces reuniones periódicas y colocas hitos intermedios, o los acaba Rita la Cantaora...

Ahora me parece un buen momento por varias razones. Primera y muy simple: porque tengo tiempo para hacerlo. Segunda: porque si me espero un poco más, parecerá la típica reflexión de primero de año, que me provoca (habitualmente) urticaria... y tercera: porque me da la gana.

El próposito primordial que me hice para el nuevo curso escolar era el de simplificarme la vida. Y me da que no lo he conseguido de momento. Tampoco pasa nada; de todos los propósitos era el de más largo recorrido, pero no he estado tan encima como debiera. Me apunto como deberes el seguir trabajando en esa línea.

A los niños los tengo encarrilados. Ahí me doy buena nota. Ha costado un poco, pero estoy contenta del resultado de las gestiones; veo que las cosas avanzan a buen paso, y eso a la larga redundará en que mi vida (y la de ellos, que es de lo que se trata) mejore. Go me.

Tema salud física: también estoy encaminada. He empezado a trabajar en serio en el gimnasio, sesiones de dos horas tres veces por semana. Más tonificación y menos cardio. La dieta la he mejorado y voy puntualmente al fisioterapeuta a que me arregle lo que me voy jodiendo haciendo el animal en Body Pump. Cada vez los músculos reaccionan mejor, y mis piernas, agradecidas, se van torneando de una forma muy seductora, pareciéndose menos cada vez a trompas de elefante como decía no recuerdo qué poeta erótico hindú.

Lo que sigue sin funcionar es el tema económico. Tenía un proyecto legal en marcha que no avanza, si bien en mi descargo diré que yo no era la responsable de ejecutarlo. Tendré que dar un toque para que el tema se agilice.

En general, estoy satisfecha del avance hasta el momento. Poco a poco las cosas van encajando, y parece que el Tetris se ha ralentizado suficiente como para darme tiempo a colocar las piezas cómodamente.

Sigo, no obstante, con mis temas personales propios, indivisibles, iracundos e inalcanzables dando por culo. Si eso, los dejo para otro lustro, porque está visto que pasar de digital a analógico es más complicado de lo que me enseñaron en la carrera.
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miércoles, 23 de diciembre de 2009

En órbita

No sé que me pasa últimamente, que tengo la sensación de estar en órbita alrededor de mí misma.
Extraño, pero real. Cómo una de esas experiencias trascendentales en las que estás a punto de morir y sales de tu cuerpo y lo ves todo desde fuera... Sólo que sin un túnel y una luz al final.
Y allí estoy yo, viéndome a mí y mis circunstancias desde fuera. No es una sensación agradable, aunque lo pudiera parecer. Orbitar no es más que dar vueltas alrededor de algo y eso, a priori, no parece que te lleve a ningún sitio.

Creo que estoy así desde que volví de la RAM. Unas jornadas de inmersión en un mundo ajeno totalmente a mis circunstancias han conseguido que me despegara cual tirita de mi piel, y ahora ando descolocada dando vueltas alrededor de la herida a ver si consigo anclarme a un punto fijo.

Lo que más me jode es que esto me pase cuándo está a punto de acabar el año. No me gusta hacer reflexiones en general, pero aún menos en fechas señaladas. Me condiciona demasiado, a mí y a mis hormonas que están misteriosamente calladas y me dan muy mala espina...

Lo bueno de orbitar alrededor de uno es que es una ocasión magnífica para ver las cosas desde fuera y sorprenderte de cuan gilipollas puedes ser en ocasiones. Y eso es bueno porque es el primer paso para cambiarlo. Supongo...

Lo malo es esa sensación de "día de la marmota", en la que das vueltas una y otra vez a lo mismo, sin principio ni fin, y sin esperanza de romper el círculo vicioso.

Tendré que dar un manotazo en la mesa a ver si consigo estrellarme cual meteorito conmigo misma y de la colisión sale algo de provecho. Que ya empiezo a tener una edad como para dejar de llevar trenzas virtuales, coño!
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martes, 15 de diciembre de 2009

Acurrucadita

Primero, fue esa sensación extraña de que las cosas están desenfocadas. No es que lo estén realmente, pero tú las sientes cómo si lo estuvieran... Y eso hace que estés desubicado, frunciendo las pestañas a ver si consigues que las cosas recuperen su lucidez habitual.
Segundo, la lectura de una entrada del blog de Nur. Una entrada llena de esperanza y magníficas expectativas, con una canción para aderezarla: To France (Mike Oldfield)... que ha tenido la virtud de retrotraerme a un pasado lejanísimo y a estas alturas totalmente ajeno a mí. Un pasado de dolor y frustación que no tengo ganas de revisionar.
Tercero, mi búsqueda de poesía para serenar mi desazón interior en el blog de Torra... Hasta leer una entrada en prosa relativa a volver a vivir una y otra vez lo mismo, en diferentes vidas. No way; con una tengo bastante...
Cuarto, es dónde estoy ahora, en mi cuarto, acurrucadita. Y si me lo permiten, voy a replegarme sobre mí misma, voy a apagar el mundo y sólo dejaré de fondo algo de música. Dudo entre Brothers in Arms de Dire Straits o Cadillac Solitario de Loquillo. Hasta ese punto estoy desubicada...
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jueves, 3 de diciembre de 2009

Curvas y bisectrices

Hace ya un par de semanas decidí cambiar mi ruta habitual para ir a trabajar. Estaba cansada de las largas colas de acceso a Barcelona por autopista. Con una periodicidad demasiado elevada se producían averías o accidentes que acababan convirtiendo un trayecto de 25 minutos en una larga procesión de una hora...Así que he empezado a utilizar un camino alternativo que supone atravesar Collserola por la carretera de la Arrabassada, empezar el día entre bosques hace que las cosas se vean con otra perspectiva. Además, esta ha sido la carretera que más veces he recorrido, más de 1.000 viajes para llegar a mi objetivo durante estos últimos años...
L'Arrabassada es una carretera llena de curvas tras cada una de las cuales puedes encontrar una sorpresa emocionante o acojonante (en alguna ocasión me he encontrado un jabalí despistado jugándose su vida y la mía), aunque las últimas son las menos, Deo gratias.
Hoy, vaya usted a saber porqué, quizá por el Diazepam que me han recetado para relajar mi maltrecha mandíbula, he vislumbrado muchas más historias tras esas curvas que ya forman parte de mi historia y de mis varias vidas...

Existe un punto de la carretera, justo después de la bifurcación hacia el Tibidado, en el que instalaron años ha un mirador. La vista desde la carretera sobre Barcelona es difícilmente superable... Se ve toda la ciudad, desde el castillo de Montjuic hasta las chimeneas de Sant Andreu: majestuosa Barcelona dormida a mis pies. A las horas a las que paso por la mañana (horas a las que me acostaba en otras vidas), empieza a amanacer; el cielo se maquilla de colores increibles que consiguen que mi espíritu se serene (léase sin ningún tipo de connotación religiosa).

Hoy además, al girar una curva, me he encontrado con la luna que se erguía magnífica. Apenas la he vislumbrado ya que debo mantener la vista, en la medida de lo posible, en la carretera, pero me ha parecido que era luna llena. Redonda, blanquísima, apenas oculta por una nube traslúcida. No sé que extraño mecanismo mental me ha llevado a recordar otras madrugadas, muchos años hace de ellas, en las que esa misma luna iluminaba mis locuras juveniles. Noches de fiesta descontroladas, música, alcohol, amigos y la sensación de estar en la cima del mundo, inmune a cualquier peligro. Saberse seguro de que tu vida es sólo tuya y vas a hacer con ella lo que quieras... ¿En qué momento te das cuenta de que no vas a conseguirlo? ¿En qué punto te resignas con lo que tienes y dejas de creer que tu vida va a ser lo que quieres y no lo que te encuentras? Eso me ha hecho recordar una canción de aquella época que no puedo dejar de postear:

http://www.youtube.com/watch?v=n7CuJ8cR9sg

Y ahora, a trabajar en mi aburrido trabajo de 08:00 a 15:00, y las tardes desde casa. Y a pensar en la lista de la compra y en las visitas a los médicos y en todas esas cosas que se aferran a tu día a día y van recortando, poquito a poco tus sueños...
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SUS...PIRO

Tanto aire exhalado sin sentido... intentaré hacer algo productivo con él y convertirlo en palabras.