En una de las listas que frecuento se ha tratado el tema de vivir en el filo de la lucidez. No he sido yo la que he sacado el tema, y sin embargo, me ha parecido una comparación estimulante.
Y para acabar de redondear el día, a eso de las 18:00 de la tarde he vivido un nuevo episodio de equilibrios sobre el filo. Sólo que esta vez, he sido plenamente consciente de que estaba ahí aguantándome por unos escasos centímetros de cuerda y sin una red debajo que amortiguara la caída... Y oye, tiene su punto el saber lo cerca que está el peligro.
Y ahora, veo que Jesús (no el bíblico) y José me reclaman por chat. Eso sí que es un antídoto contra la caída. Os dejo, la sensatez me reclama...
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